Hay números picarones que nos provocan sonrisas tímidas y vergonzosas, como el 69. Arriba y abajo. Que van de boca en boca. Sobran los comentarios.
Hay otras cifras que asustan, como el Euribor, que, desconociendo su paritorio y parturienta, pueden provocar dolor allá donde más duele después del corazón, en el bolsillo. Ya roza el 2%: número que sólo cuantifico cuando me aclaran que para hipotecas medias de 150.000 euros supondrá cerca de 800 euros más al año para la maltrecha economía de los hipotecados, casi todos los humanos. Y al alza. Y claro, asustan no, acojonan.
Hay cifras que le parten a uno la espina dorsal. Cifras como cólicos de riñón. Cifras que, según el Ministerio de Industria, confiesan que España vende armas, y que los primeros cuatro países en la lista de clientes son, y por este orden, Marruecos, Argelia, Irán y Libia ¿Alianza de Civilizaciones? ¿A punta de pistola? Cifras que revuelcan por el lodo las teorías, las soflamas y las hipocresías de los discursos por los que me dejé arrastrar de los pelos hasta que perdí la melena.
Y no se crean que me la cojo con papel de fumar. Ya sé que si no somos nosotros los que vendemos esas armas, otros lo harán. Blanco y en botella, Malibú. Pero no me pidan que siga creyendo en la bondad del ser humano, ni en la maravillosa capacidad de besarnos como hermanos mientras nos miramos a los ojos con la alegría del que hace lo que dice, del que predica con el ejemplo. No nos engañemos. Tenemos la mirada tan sucia como la de aquellos a los que diagnosticamos cataratas. Cifras por encima del valor de las ideas. Ideas sometidas al valor de las cifras.
Hay cifras escurridizas que resbalan por nuestros oídos disfrazadas de euros. 20.000 millones, en el mejor de los pronósticos, necesitarán las Cajas de Ahorro para reflotarse, o lo que es lo mismo, algo más de tres billones trescientos mil millones de pesetas. En la peor de las predicciones 50.000 millones de euros, en pesetas casi 8 billones. Pero suena tan llevadero en euros que no apreciamos la barbaridad de las cifras.
Cifras indecentes, como el 0. Cifra que podemos aplicar al número de responsables de este desaguisado económico y financiero. 0, con dos pelotas. 007, con licencia para matar. Cifras inútiles, como el 0 a la izquierda de Zapatero. Cero patatero.
Y hay cifras para la humillación, para la deshonra y la indignidad. Se calcula que más de 4.000 personas se han suicidado en España en el año 2010. Cifras que escondemos en el sótano, donde no da la luz y huele a humedad y falta de aliento. Cifras, cifras, cifras...
Felicidades por la entrada! Me encanta como escribes!
ResponderEliminarUn saludo desde tu tierruca :-) Puedes pasarte por mi blog si te apetece!
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Me paso ahora mismo. Un besuco desde la calle Vargas...
ResponderEliminarMuy buena Felisuco!
ResponderEliminarSi no te importa te dejo un link y le echas un vistazo. La cosa está muy mal y necesitamos toda la ayuda posible, echale un vistazo y si estás de acuerdo pues bienvenido sea el apoyo.
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ResponderEliminarCon tanto rollo me dejaba el enlace!
Interesantes cifras, si señor. Me quedo con la de 0, 0 zapatero, que lo es, que se lo merece. Pero sobre todo me quedo con cómo un 0 a la izquierda gobernando( no solo él, sino toda la cartera de "ministros") se convierte en un 0 a la derecha en cifras del paro ( y es solo un ejemplo), porque en lugar de 4.000.000 podian ser 400.000
ResponderEliminarPd. Quien dice 400.000 dice un millón, pero no una cifra vergonzosa como la actual.