CON CAPACIDAD DE ENCAJE

ENTRE EL PERICARDIO Y LOS SESOS BUSCANDO SENTIDO COMÚN

lunes, 28 de febrero de 2011

DRAMA COTIDIANO

Y me duele alma, me dijo hundiendo la cara en sus manos tremendas. Y se echó a llorar. Sin estridencias, en un absoluto silencio que pataleaba, a pachas, una mezcla de desesperación y rabia. Me rasgó el pericardio otro puto drama cotidiano, de esos que no salen en las portadas de los periódicos.
A dos de sus empleados, a mediados de noviembre, se les acababa su contrato temporal. Y dada la persistencia de la puñetera crisis no le quedaba otra alternativa que prescindir de ellos. Su gestor le comunicó que el Gobierno de Cantabria había puesto en marcha unas ayudas, que consistían en 3.000 euros por cada puesto fijo que se creara. Echó números. Teniendo un buen diciembre, y estando convencido de que enero, febrero y medio marzo serían meses duros, muy duros, esos 6.000 euros más el excedente de la navidad podrían ser el colchón necesario y suficiente para no tener que despedir a esos dos empleados. Y a partir de abril, con trabajo y un poco de suerte, los números podrían cuadrar. Y nadie se iría a la calle.
A él le bastaba con llegar a final de mes ganando por la mínima. Incluso el empate contable le parecía un buen dato. Pero no podía perder ni un solo euro más. Sencillamente no lo tenía, y el crédito está asfixiado. No existe. Se lo pensó, le dio mil vueltas, y tras noches de diálogo absurdo con la oscuridad de su cuarto, decidió hacer contratos fijos a esos dos empleados.
Diciembre pasó, y fue bueno. Pero llegó enero, enclenque, tísico; y febrero, anoréxico y desnutrido; y el excedente de las navidades se esfumaron en la neblina de las pérdidas de los dos primeros meses del año.
Desde mediados de enero todas las mañanas miraba el saldo de la cuenta de su empresa con la esperanza de que esos 6.000 euros llegaran. Y respirar: por él y por sus empleados. Y otro día, y más angustia. Y la ayuda prometida no asomaba el morro.
Febrero agonizaba, y él también. Y desde su gestoría le comunicaron que cuando preguntaban en la consejería por las ayudas, siempre la misma contestación: es que... qué no hay un euro, a ver si en dos meses...
Son unos hijos de... Y entonces se desplomó, y a las lágrimas se les unieron sollozos. No puedo más, no tengo un duro, y las perdidas aumentan... Y no puedo más. Ahora tendré que sentarme delante de mis dos empleados. Uno de ellos es el hijo de un amigo del alma, está casado, tiene dos niños y su mujer está en paro... Me cago en la...
Mi amigo no tiene un BMW, ni un piso en el Sardinero, ni un atraque en Puertochico. Vive en la S-20 y conduce un Renault Laguna, y lleva trabajando, como dice él, toda su puta vida. 

6 comentarios:

  1. Eres Grande ¡¡ Saludos de un fan Coruñes :)

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  2. Es que hay que joderse... Por cosas de la vida conozco funcionarios en ciertos puestos y me cuentan en que se esfuma el dinero... Es para matarlos.

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  3. Enhorabuena por el blog!

    Ya tienes una seguidora de la tierruca más :-D

    Un saludo!!

    http://preparacioningqca.blogspot.com/

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  4. Gracias, en primer lugar, por tener la generosidad de entrar aquí y poner lo que os apetezca. Pero así están las cosas, no hay dinero y parece que ciertos organismos están hipotecados para varios años.
    Gracias de nuevo.

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  5. Gracias a ti ¡¡ Sigue asi que eres grande ¡¡

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  6. Muy buenas todas tus publicaciones,cuenta con otra seguidora!! y t dejo mi enlace x si kieres echarle un vistazo y m dices q t parece,ok?
    NO SIEMPRE SERÁ ASÍ: "MI jefe es un cabrón" ¿Y el tuyo?http://t.co/6chAtRw

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