Había que verle hacer el indio. Con la bufanda del Racing, el puro como cetro, los ojos vidriosos y pavoneándose erguido al lado del novio musulmán de la Barbie. Montando el numerito, otro numerito. Y ocupando portadas en los diarios y minutos en las televisiones. Vamos, lo que le pierde, lo que le tiene sorbido el seso. El Gordo y el Flaco, Rinconete y Cortadillo, Alí y Revilla.
Tendré, no me queda otro remedio, que recordarle al señor Revilla las palabras que dijo sobre Alí Syed. Y hay que recordárselo porque cuando pintan en bastos Revilla sale corriendo, se esconde detrás del humo del habano, se lava las manos con jabón elaborado con glicerina para cantamañanas, se toma un chupito de Tipex, intentando en vano corregir y esconder sus bravuconadas, y con gesto adusto señala, con el dedo amarillo por la nicotina, que allá, a su frente, anda Estambul.
Decía el purriego: (Leer con voz cantarina y ligeramente nasal) Apenas he hablado con él –el indio- porque no hablo inglés (RISAS), pero este tipo me parece rico (RISAS) y sabio (DESCOJONE GENERAL).
Y creyendo que la mentira de Alí soportaría todos los envites, como mínimo, hasta después de las elecciones del 22 de mayo, se fotografío con él, se abrazó a él y en el palco del Sardinero, a los ojos de media España –como diría su Álter Ego, Belén Esteban-, bailó la danza de los siete velos con aquel que jamás jamará jamón.
Porque de eso se trataba. De ganar tiempo hasta que pasaran las elecciones, de ponerle remiendos al haraposo traje económico del Racing y luego, con cuatro años más por delante, seguir haciendo de su capa un sayo.
Y andan preocupados porque saben que, desgraciadamente, la sociedad civil no es capaz de salir a la calle por el AVE, GFB, Valdecilla, la Ley de Costas, el paro y toda la retahíla que conocen de sobra; pero por el fútbol, cuidadín. Por el Racing se pueden perder votos como yo perdí el pelo: sin posibilidad de rectificación y a la velocidad de la luz de gas. Y estando los datos tan ajustados para conseguir esos 20 diputados que le den al cantamañanas otros cuatro años de presencia mediática, están que trinan.
Nos contarán historias, nos mentirán sin ponerse colorados –nunca lo hacen-, echarán la culpa al Chachachá de Gabinete Caligari, señalarán al cabeza de turco que ellos colocaron y que tan bien pagado anda y responsabilizarán iracundos a los gestores del Racing, olvidando, descaradamente, que los auténticos dueños del Racing, los que siempre han tenido el control a través de coleguitas interesados en otros objetivos, siempre económicos, han sido y son ellos, con Revilla, el racinguista, a la cabeza.
Muy de acuerdo con tu entrada... Esto es vergonzoso; ante todo que nuestro Racing salga adelante y reforzado; pero no queremos ver ni a Alí ni a Revilla pavoneándose por el Sardinero..
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo primo, esto es indignante...
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